Nuestra Doctrina

La Biblia

Que los 39 libros del Antiguo Testamento y los 27 libros del Nuevo Testamento son la Palabra de Dios inspirada en forma plenaria y verbal en los escritos originales; siendo inerrables y de autoridad suprema y al final en todos los asuntos de la fe y práctica. II Timoteo 3: 16; II Pedro 1:21.

Dios

Que hay un solo Dios Vivo y Verdadero, Creador y Sustentador del universo, existente en tres personas: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, quienes son iguales en naturaleza, poder y eternidad. Deuteronomio 6:4; Mateo 3: 16,17; Mateo 28:19.

El Espíritu Santo

Que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Divina Trinidad, Inspirador de las Escrituras y Agente en la regeneración y la santificación de las almas; que sella el creyente en el momento de creer y habita permanentemente en él, revistiéndolo de poder y sumisión. Mateo 28:19; II Pedro 1:21; Juan 3:5; Juan 14:26; Efesios 1:13; Efesios 4:30.

Jesucristo

Que el Señor Jesucristo es el Hijo de Dios, la segunda persona de la Divina Trinidad; siendo en cuanto a su humanidad verdadero hombre y en cuanto a su divinidad verdadero Dios; que nació de la Virgen María por obra del Espíritu Santo; que su muerte en la cruz fue un sacrificio vicario y expiatorio para la salvación de los pecadores; que resucitó corporalmente ascendió al cielo de donde vendrá otra vez en forma personal visible y pre-milenial para llevar a su iglesia y luego vendrá para establecer su reino de justicia y paz. Mateo 16:16; Mateo20:28; I Juan 5:20; Lucas 1:35; Isaías 53:1-6; Lucas 24:36-39; Hecho 1:11;

Satanás

Que Satanás era perfecto en su creación, pero por su propio orgullo se cayó con una tercera parte de los ángeles; que ahora es el príncipe maligno del aire y dios de este mundo; que es una realidad la existencia y la personalidad de Satanás; que es el enemigo de Dios y de los hombres quien juntamente con los ángeles caídos o demonios forman la potestad de las tinieblas vencidas por Cristo en la cruz del Calvario. Mateo 4: 11; Efesios 6:11-12, Colosenses 2:15. Que es el acusador de los santos, el autor de toda religión falsa, el señor del anticristo y poder de las tinieblas destinado a derrota final y el juicio eterno en el lago de fuego. Isaías14: 12-15; Apocalipsis 12:7-10; Apocalipsis 20:7-10.

La Iglesia

a. El cuerpo de Cristo: Que Cristo está formando su iglesia y se compone de todas las personas regeneradas por la sangre de Cristo en todos los tiempos desde la cruz hasta el arrebatamiento de la iglesia; cuyos nombres están inscritos en el Libro de la Vida del Cordero! II Corintios 12:12-14. b. La iglesia local: Que la iglesia neo-testamentaria es una congregación local, visible, hecha de creyentes bautizados por sumersión en aguas, unidos por los propósitos de Dios y el conocimiento y la proclamación de la Palabra de Dios a toda criatura; que es responsable únicamente a Cristo, quien es la Cabeza de la iglesia. Es completamente independiente de otras congregaciones locales, con la autoridad propia para gobernarse en sus propios asuntos. Hechos 2:41-47

La Salvación

Que todo aquel que se ha arrepentido de sus pecados y ha recibido por la fea Cristo Jesús como su Señor y Salvador personal, aparte de las obras, es nacido de Dios, habiendo obtenido gratuitamente la salvación y la vida eterna. Marcos 1:15; Juan 1:12; Juan 10:28-29; Romanos 8:1-34; Efesios 2: 8,9; Tito 3:5.

La Seguridad del Creyente

Que cada persona que ha creído en Cristo como su Salvador personal tiene preservación eterna, o seguridad eterna por la obra de Cristo y por lo tanto, la perseverancia eterna de los creyentes. Filipenses 1:6; II Timoteo 1:12; I Pedro 1:3-5; Judas 1:24; Juan 10:27-30; Romanos 8:35-39.

La Depravación del Hombre

Que el hombre fue creado en inocencia y puesto en prueba a la voluntad de Dios, y que su caída voluntaria trajo como consecuencias para toda la humanidad, la depravación total y la muerte física y espiritual. Génesis 4:1-6; Romanos3:10-23; Efesios 2:1-5.

El Destino Eterno

a. Los justos: Que las almas de los justo tiene existencia consiente después de la muerte en el lugar de felicidad; que habrá resurrección de los justos para la vida eterna en la presencia del Señor por la eternidad. I Tesalonicenses: 13-18; I Corintios 15:51-52. b. Los injustos: Que las almas de los injustos tienen existencia consiente después de la muerte en el lugar de sufrimientos; que habrá resurrección de los injustos para aparecer delante del Gran Trono Blanco, es decir (juicio) ser juzgados por sus obras y luego echados en el lago de fuego que es la muerte segunda. Lucas 16:19-16; Hechos 24:15; Mateo 25:46; Apocalipsis 20:11-15.

La Santificación

Que la santificación es el acto mediante el cual el hombre se separa del pecado y se dedica a Dios. Es el proceso por el cual, según la voluntad de Dios, somos participantes de la santidad, que es una obra progresiva; que empezó con la regeneración y se continúa en el corazón de los creyentes por la presencia y el poder del Espíritu Santo, el Sellador y el Consolador de usando los métodos como la Palabra de Dios, examen propio, el dominio propio por la vigilancia y la oración. II Corintios 6:17-18; II Corintios 5:17; I Pedro 1:15, 16, 18; Juan 17:17; Romanos 15:16.

Las Ordenanzas de la Iglesia

Que las ordenanzas de la iglesia son las siguientes: a. El Bautismo: que el bautismo cristiano es la inmersión en agua de la persona que profesa fe en Cristo Jesús como Salvador y Señor de su vida; que debe ser administrado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para demostrar públicamente su fe en el crucificado, sepultado y resucitado Salvador con sus efectos en nuestra muerte al pecado y la resurrección para andar en una vida nueva. Colosenses 2:12; Romanos 6:1-6. b. La Cena del Señor: Que la Cena del Señor que es la conmemoración de la muerte del Señor hasta que El venga, consistiendo en la reunión de los cristianos bautizados fieles para participar del pan y del jugo que representan el cuerpo y la sangre del Señor respectivamente que El ofreció voluntariamente por nuestros pecados en la cruz del Calvario. I Corintios 11:23-26; Lucas 22:19-20; Marcos 15: 22-26.